El triunfo de España en el partido clasificatorio para la Eurocopa 2024 ante Noruega, en el debut de Luis de la Fuente como seleccionador, gozó de un gran ambiente en las gradas del estadio de La Rosaleda, con 29.214 espectadores que presenciaron la octava victoria de la selección en once partidos disputados en Málaga a lo largo de la historia.
El éxtasis se vivió en cada uno de los tres goles del debut de la España de Luis de la Fuente, que superó a Noruega por 3-0 en un partido que se vivió con mucha expectación en las gradas, aunque finalmente se quedaran vacíos varios asientos que impidieron ver un lleno absoluto, aunque se estuvo cerca: 29.214 espectadores es el dato oficial.
Los aledaños del estadio malagueño se empezaron a animar con antelación, cuando quedaban todavía dos horas para el comienzo del partido. Muchos malagueños y también gente de otras ciudades de España, envueltos en banderas, portando bufandas, camisetas y caras pintadas, se paseaban por las cercanías creando una atmósfera de color rojo y amarillo.
Aunque también del rojo -o azul hielo o blanco, si es la camiseta de visitante- de los cientos de seguidores noruegos, que se congregaron a pocos metros de la fachada del estadio para acceder al estadio escoltados por la policía, aunque sin incidentes y con buena sintonía con los hinchas de 'la Roja'.
Málaga ha sido siempre una ciudad que se ha volcado con la Selección Española, y este año no iba a ser menos; en cuanto se pusieron a la venta las entradas, se vendieron las 10.000 para abonados del Málaga en un instante y en menos de 24 horas ya no quedaban las 20.000 restantes para el público general, aunque esa baja de última hora de Erling Haaland ha podido influir en el aforo definitivo.
"¡España, España!" ya era el cántico más repetido por las calles, más todavía cuando comenzó el partido, entre ruidos de bocinas y las inolvidables vuvucelas, que nacieron con el Mundial de Sudáfrica y todavía son parte de la banda sonora de los partidos de la selección.
En lo futbolístico, la ciudad no vive un momento fácil porque su equipo, el Málaga CF, está a diez puntos de la salvación en Segunda División a falta de diez jornadas, a pesar de que esta temporada empezaran con un proyecto de ascenso a Primera División que se ha ido diluyendo jornada tras jornada.
Aun así, la afición ha empujado a su club a ser el tercero que más llena el campo de toda la Segunda División con una media de 17.849 espectadores por partido, lo que puede dar pistas del porqué de la pasión por España: es una ciudad también futbolera hasta la médula.
Ante la pesadilla que se está viviendo con el Málaga CF, la afición cogió con más ganas que nunca el gran partido de la selección española, al que se le añadía el aliciente con el comienzo de una nueva era con Luis de la Fuente en el banquillo.
Cánticos constantes de "¡Yo soy español, español, español!", "A por ellos, oé" y una ola de dos minutos de duración fueron grandes ejemplos del furor que causó el equipo nacional en una ciudad huérfana de alegrías y espectáculo futbolístico.
Cada jugador que salió sustituido (Iago Aspas, Dani Olmo, Merino, Morata y, sobre todo, Gavi) recibió el cariño de la grada, así como los protagonistas de jugadas puntuales, como Kepa Arrizabalaga con su fundamental parada en la primera parte a Aursnes y, por supuesto, Joselu Mato con su doblete, que se ganó una ovación que no olvidará.