"Vuélvete a Francia con tu p*** madre, basta***", le espetaron a Éric Cantona desde la grada. No se lo pensó un segundo y le asestó una patada en la cara al aficionado que estaba en primera fila.
Una acción que le costó nueve meses de sanción sin poder jugar al fútbol. Tras dar la vuelta al mundo, quisieron dar ejemplo con el delantero de los 'red devils' para evitar que ocurriera en más ocasiones y lo condenaron a dos semanas de prisión que convalidó por 120 horas de servicios comunitarios.
Pero no sólo eso. Tuvo que pagar una alta sanción económica por su agresión. Además, el Manchester United le suspendió por cuatro meses y lo dejó sin sueldo durante dos semanas.
Una sanción que ahora mira de reojo un Evra que podría sufrir sanciones similares. Una patada que le podría salir bien cara.