La Selección de Myanmar, con bajas como protesta al golpe de Estado

Varios jugadores de la Selección Absoluta de fútbol de Myanmar han decidido no acudir a la llamada para jugar los encuentros de clasificación para el Mundial de Catar como protesta al golpe de Estado militar, informa el canal local 'DVB'.

El conjunto birmano, cuarto clasificado de su grupo, tiene previsto enfrentarse a domicilio a la Selección de Japón el 28 de mayo y tenía programado viajar a tierras niponas el 15 de mayo, pero ante la ausencia de varios futbolistas, algunos de los cuales apoyan las manifestaciones contra el mando militar, se ha visto obligada a retrasar sus planes.

Según el canal 'DVB', el defensa Zaw Min Tun y el delantero Kyaw Ko Ko son algunos de los jugadores que han abandonado el equipo, mientras otros continúan valorando su decisión. Conforme a las reglas de la FIFA, los jugadores que se nieguen a acudir a la llamada de su selección pueden ser castigados con la suspensión.

No solo futbolistas renuncian a acudir al conjunto nacional tras el golpe de Estado, el nadador Win Htet Oo ha decidido no disputar los Juegos Olímpicos de Tokio, para los que estaba clasificado, en protesta por la toma de poder de los militares.

El nadador birmano, de 26 años, dijo al anunciar su decisión que no quiere "desfilar bajo una bandera empapada con la sangre" de sus compatriotas.

Al menos 802 personas han perdido la vida tras el golpe de Estado del 1 de febrero a raíz de la brutal represión ejercita por las fuerzas de seguridad contra las manifestaciones pacíficas en oposición al mando castrense, según cifras de la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos, que también contabiliza más de 5.200 detenidos.

A pesar de la violencia e intimidación de las autoridades, miles de personas continúan desafiando el poder de la junta militar a lo largo del país a través de una popular movimiento de desobediencia civil.

El Ejército justifica el golpe de Estado por un supuesto fraude electoral en los comicios de noviembre, en los que arrasó el partido de la nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, como ya hiciera en 2015, y que cuentan con el aval de los observadores internacionales.