El racismo sigue siendo una lacra que hay que fulminar lo más pronto posible de la faz de la Tierra. Sin embargo, eso va a costar bastante al tener a personajes que fomentan estas actitudes.
La UEFA, que no deja escapar ni una cuando se tratan de esos casos, ha decidido entrar de oficio y ha sancionado a dos selecciones europeas: Hungría y Montenegro.
El combinado húngaro ha sido castigado con el cierre parcial del estadio para el próximo encuentro tras las cánticos racistas en el choque ante Eslovaquia.
Por su parte, Montenegro deberá pagar una multa de 20.000 euros y jugar su próximo encuentro a puerta cerrada tras los insultos a jugadores como Sterling y Danny Rose, entre otros, en el partido contra Inglaterra.