Perdiendo ya 0-1 en casa ante el Malmo y con la clasificación en juego para el combinado turco, Ricardo Quaresma realizó una de esas entradas mezcla de frustración y rabia que pueden llegar a lesionar a un compañero por su elevado peligro.
Corría el minuto 67, 15 después del gol de Antonsson, cuando, en un balón dividido, el jugador luso llego tarde y pisó con los tacos la espinilla de su rival. Un acto que pareció haberse realizado con saña.
De esta forma, los de Senol Günes se quedaron con 10 jugadores y fueron incapaces de darle a la vuelta al tanto inicial del club sueco. El marcador no se movió y el Besiktas quedó eliminado de la Europa League.
13 de diciembre de 2018