Jugar a las 18.55 horas no es agradable para el Real Madrid. Los blancos están acostumbrados a las noches de las estrellas, tal y como pudo verse en el duelo de Champions ante el CSKA de Moscú.
Los madridistas ya jugaron en esta franja horaria la pasada temporada, en la sexta jornada de la fase de grupos, con el Santiago Bernabéu como escenario ideal, y terminaron perdiendo por goleada ante los rusos por un contundente 0-3.
Pero son conscientes los hombres de Zidane que tras caer derrotados en el Parque de Los Príncipes también por ese mismo resultado en el estreno de Champions, ganar en casa en la segunda gran noche de las estrellas es prácticamente una obligación.
A priori, un rival de la talla del Brujas no debería hacerle daño a los blancos, que esperan poder dejar atrás el resultado ante el PSG celebrando una tarde inolvidable ante su público, pese a que el horario no acompañe.