Son muchos los futbolistas jóvenes que suenan para dominar la próxima década. Casi todos juegan de centro del campo en adelante, aunque hay una que ocupa el puesto de lateral derecho.
Su nombre es Yan Valery, un futbolista francés que a sus 20 años tiene las ideas muy claras tras superar a un gran rival que le acompañó de joven: la pereza. Algo de lo que pueden dar buena cuenta en el Champigny FC 94, su club de niño.
"De pequeño, el entrenador solía hacernos correr dos vueltas del campo y no me gustó, así que dejé de jugar con el equipo. Era un poco vago y no quería correr", confesó en 'iNews'.
Ese malestar le duró ni más ni menos que dos años. Un paréntesis en el que el joven Valery probó el tenis... ¡y el boxeo!
"Jugué al tenis, pero era muy malo. En la escuela le dijeron a mi madre que era bastente bueno boxeando y que me venía muy bien para alguna pelea que tenía en la escuela", se sinceraba el jugador.
Sin embargo, a los 16 años, Valery decidió sentar la cabeza y tuvo claro que debía dejar atrás todos sus errores y daro todo para luchar por un sueño: ser futbolista profesional.
Dejando atrás a su familia y sin saber nada de inglés, Yan decidió cumplir su deseo en Inglaterra e ingresó en la academia del Southampton.
Allí ha ido escalando hasta alcanzar el primer equipo a base de trabajo y esfuerzo. Y no solamente sobre el campo.
Y es que Valery, durante su etapa en las categorias inferiores, llegó a limpiarle la botas a uno de los grandes futbolistas de la actualidad, Sadio Mané.
El ahora jugador del Liverpool, que domina el francés, fue un gran apoyo para Valery mientras aprendía inglés.
"Sadio me dijo que si tenía algún problema con algo, podía hablar con él e intentaría ayudarme a solucionarlo", explicaba un futbolista que es el mejor ejemplo de que la perseverancia puede con todo.