El técnico 'gunner', que llegó a principios de verano en sustitución del histórico Arsène Wenger, tiene en su tercer partido de pretemporada una oportunidad para demostrarle al PSG que se equivocó al prescindir de sus servicios.
Es una puerta a la venganza la que tiene ante sí el entrenador español, pero, siendo realistas, el encuentro no tiene importancia, ya que se trata tan sólo de un partido amistoso en el que tanto Arsenal como PSG se encuentran sin varias de sus estrellas a causa del Mundial.
Y no sólo eso, sino que los encuentros de la International Champions Cup suelen tomarse por los entrenadores como partidos para experimentar y probar las fórmulas que plantearán durante la temporada, por lo que es probable que la victoria no sea el mayor objetivo ni de unos ni de otros.
Se suele decir que la venganza se sirve en plato frío y que se prepara meticulosamente, pero Emery no tendrá una oportunidad así. El plato es demasiado pequeño al tratarse el choque de un amistoso sin trascendencia y, además, el plato estará caliente, ya que hace tan sólo dos meses, Emery aún se encontraba en París.
La 'venganza caliente' será el tercer compromiso de la temporada para el Arsenal. Los 'gunners' se estrenaron ante el humilde Boreham Wood inglés el 14 de julio con goleada por 0-8 y comenzaron la International Champions Cup con derrota ante el Atlético en la tanda de penaltis tras un 1-1.