Tras conseguir el Copa del Mundo de 1986, Maradona regresó a Nápoles con un gran capricho. El 'Pelusa' le pidió a su representante un Ferrari de color negro, pese a que la marca era conocida por hacer solo coches rojos.
El coche acabó pagándolo Corrado Ferlaino, presidente del club en aquella época, y le costó 430.000 dólares. ¿Qué pasó con el automóvil? Guillermo Coppola, agente de Maradona en esa época, lo contó en una entrevista concedida a 'TyCSports' en 2017.
"Nos subimos los dos y Diego empezó a mirar para todos lados. Le digo '¿qué pasa?'. '¿Y el estéreo?', pregunta Diego'. Le digo 'Es un auto de carrera, no tiene estéreo, no tiene nada'. Y me dice 'bueno, entonces que se la metan en el cu**", narró Coppola.
Finalmente el astro argentino tuvo que quedarse con el coche ante la cara de sorpresa de Ferlaino. Aquel mítico Ferrari, modelo Testarossa, estuvo en manos de un coleccionista español hasta el año 2014.