La vieja guardia tira del poco orgullo que tiene el Sevilla

Este Sevilla sigue mostrando muchas carencias. Parece mentira que un equipo de primer nivel como el cuadro hispalense atraviese por una situación tan delicada tanto a nivel deportivo como institucional. Penúltimo en LaLiga y con José María del Nido respirándole en la nuca a Pepe Castro.

Monchi, uno de los hombres más importantes de la historia del club andaluz, también está en entredicho y trata de retocar la plantilla para tirar hasta final de temporada. Pero veremos si esto le permite a los rojiblancos dejar atrás el descenso, ya que entrar en Europa está prácticamente imposible.

Ante esta tesitura, el Sevilla tiene a la Copa del Rey como una de las vías para jugar competiciones europeas el próximo curso. La imagen no está siendo nada buena, pero los de Jorge Sampaoli están sacando los partidos adelante. Su última víctima ha sido el Alavés.

El cuadro vitoriano le puso las cosas complicadas al conjunto hispalense y al final no fue capaz de penetrar los dominios de un Dmitrovic que apareció cuando tenía que hacerlo. Tres paradas del serbio bastaron para decirle a los de Luis García que no iban a dar la sorpresa.

Y eso que en apenas tres minutos, los 'babazorros' ya inquietaron la portería del Sevilla. Jason probó fortuna en un disparo que acabó en córner.  Poco después, Gudelj, en una acción a balón parado, sacó la pelota en el área chica tras un cabezazo de un rival.

Las respuestas de los de Sampaoli, ausente en el encuentro tras la roja que vio en Linares, no era otra cosa que acercamientos sin mucho peligro. En-Nesyri no pudo enganchar una buena pelota y Lamela estuvo apático en todos los sentidos. Por no hablar del encuentro de la defensa, que sigue cometiendo errores infantiles.

Gudelj volvió a quedar en evidencia. El serbio realizó un mal partido y casi deja con diez a su equipo en una acción con Sylla, que le ganó en un duelo. El delantero, ya en dirección a portería, fue derribado por su rival, que vio la amarilla ante las protestas locales.

El Sevilla estaba ofreciendo una imagen pésima y ni siquiera había tirado a portería. En la mejor del primer tiempo, que fue del Alavés, Dmitrovic sacó una buena mano abajo a tiro de Luis Rioja, que buscó el palo izquierdo.

Fue entonces cuando Jorge Desio, el segundo de Sampaoli, quitó a Suso y Gudelj y metió a Fernando y Jesús Navas, siendo este último un cambio más que efectivo.

La vieja guardia solventa la papeleta

En la primera aparición por la derecha del de Los Palacios y Villafranca llegó el único gol del partido. Rakitic inició la jugada y Lamela abrió hacia su compañero, que puso un centro medido al área. Por allí apareció el propio Rakitic para, con un cabezazo en plancha, abrir el marcador.

El croata y el sevillano tiraron del poco orgullo que tiene ahora mismo la entidad hispalense. Los jugadores hicieron un partido muy malo que estos dos salvaron en una gran acción. Pese al desempeño en el campo, una transición rápida resolvió el choque.

Y es que a este equipo, por el momento, no le puedes pedir más. Veremos si es capaz de resolver su situación en LaLiga, al igual que la poca seguridad que transmite su defensa.

El Alavés trató de morir en la orilla y a punto estuvo de forzar la prórroga. Dmitrovic se empleó a fondo en dos acciones para evitarlo: la primera en una falta directa de Jason, que buscó la escuadra izquierda, y ya otra con el mismo protagonista en el añadido.

El '10' recibió un pase en profundidad en la derecha y le pegó con todo ante el guardameta, que mandó la pelota a córner. Pidió penalti tras un toque de Acuña, pero no hubo nada. Al final, victoria del Sevilla con lo justo que veremos si le sirve de ayuda para levantar el ánimo de una vez.