La afluencia de espectadores en el estadio Martínez Valero, con capacidad para 32.000 espectadores, había caído paulatinamente desde el inicio de la Liga hasta alcanzar mínimos de 4.900 aficionados ante el Sabadell, en el primer partido de la segunda vuelta.
El Elche había arrancado la temporada con una media de 7.500 seguidores, alcanzando su máximo con los casi 8.000 que presenciaron el encuentro ante el Atlético Baleares.
Desde el mes de noviembre, y coincidiendo con el desplome del equipo, el estadio perdió espectadores hasta llegar a entradas de 5.000 aficionados.
Hace tres jornadas, con el debut de Pacheta en el banquillo, el Elche contó con el respaldo de 5.200 seguidores, unos 1.500 menos de los que acudieron dos semanas después al partido ante el Cornellá.
"Tres mil más desde mi llegada es una barbaridad. Si ganamos en Formentera el próximo domingo, al siguiente partido en casa habrá 10.000", señaló el preparador burgalés.