A la fuerza, el Barcelona ha tenido que reaccionar después de un comienzo de Liga y Champions bastante descafeinado. Y decimos a la fuerza por las constantes trabas a las que ha tenido que hacer frente Ernesto Valverde en estos primeros meses de la temporada.
Primero, tuvo que agitar al equipo con el concurso de Ansu Fati y Carles Pérez ante las bajas de Leo Messi, Luis Suárez y Ousmane Dembélé. Y, en segundo lugar, llegó la lesión de Jordi Alba, que complicó aún más las cosas a la hora de elegir la zaga.
Junior, también con problemas físicos, no terminó de asentarse y al 'Txingurri' no le quedó más remedio que retrasar a Sergi Roberto y desplazar a la izquierda a Néslon Semedo.
El portugués empezó bastante mal la temporada, pero sus últimas actuaciones, ante Inter o Sevilla, fueron brotes verdes para un equipo que echaba de menos en exceso a Jordi Alba.
Precisamente para el encuentro ante los hispalenses, Valverde decidió por reservar a Jordi Alba, lo que generó un ligero cabreo en el futbolista, que quería volver a vestirse de corto cuanto antes.
De cualquier modo, la ausencia en aquel choque y el parón de selecciones le han venido bien al lateral del Barcelona, que regresará en un estado físico imponente de cara al partido ante el Eibar.
Además, no será la única buena noticia para los 'culés'. Su vuelta al once permitirá a Semedo regresar a su puesto en la derecha, para conformar una zaga azulgrana que, eso sí, no será la de gala, pues Piqué, sancionado, no podrá estar ante los de Mendilibar.