El lleno absoluto que presentaba el Štadión Tehelné Pole durante los momentos previos al inicio del choque no amilanó a unos 'pross' con ganas de comenzar la 'era Sam Allardyce' de la mejor manera. Comenzaron controlando el balón desde el minuto 1 y llevando la manija del encuentro en todo momento.
La propuesta de 'Big Sam' parece clara. Juego asociativo desde la línea defensiva, movimiento del balón rápido en el centro del campo y, sobre todo, mucho juego por las bandas, algo de lo que abusó sin resultados en los primeros compases del choque.
Un Sterling muy activo por el costado derecho demostró que su asociación con Walker dará mucho que hablar en Inglaterra y Rooney, con su ya habitual posición retrasada, ayudaba a Henderson y Lallana a llevar la manija del eje de los 'three lions'.
Pero la posesión no trajo consigo ningún movimiento en el luminoso por una sencilla razón: la falta de puntería. Sterling fue quien más cerca estuvo de abrir la lata en la primera mitad con un disparo cruzado, pero quizá un exceso de potencia y la falta de ángulo le privaron de anotar el primer gol oficial de la 'era Sam Allardyce'.
Skrtel fue el primer protagonista de la segunda mitad. El central, que se paseaba por su área pasado de revoluciones, recibió su primera amarilla en el primer acto y, poco después de salir de vestuarios, el árbitro le perdonó la vida dejando sin sancionar una entrada muy fea sobre Harry Kane, pero, dos minutos después, el trencilla no tuvo piedad y le mandó a la calle por pisar, sin motivo aparente, al delantero del Tottenham, que se encontraba tumbado en el suelo.
Ya con 10, Eslovaquia terminó de renunciar a la pelota. Encerrados atrás desde el primer minuto de encuentro, desde primera hora, al menos, buscaban la contra, pero, mientras avanzaba el minutero, parecían conformarse más y más con el 0-0.
La clave del triunfo inglés
Pero, ante el cerrojo eslovaco surgió la llave. Lallana, que no se dejó ver demasiado por las inmediaciones del área hasta entonces, se puso en 'modo llegador' y su presencia comenzó a incomodar a la rocosa defensa local.
El centrocampista del Liverpool rozó el tanto a falta de 10 minutos con un latigazo que hizo temblar el palo derecho de Kozacik. Pero la euforia los 'pross' tardaría un poco más en llegar... de hecho, faltó poco para que no llegara.
Y es que, el tanto de Lallana llegó en el minuto 95, cuando el árbitro había añadido sólo cuatro minutos (prolongados forzadamente por una pérdida de tiempo descarada del portero eslovaco). El '11' inglés cazó un balón en el área grande, puso su vista en la portería y, con un disparo de media potencia, el balón acabó besando las redes tras pasar entre las piernas de Kozacik, dando alas a un 'Big Sam' que tuvo un estreno un tanto accidentado... pero con final feliz.