"Al equipo lo veo bien por más que no esté entrenando con ellos. Todos sabemos en la situación en la que estamos y tenemos ganas de darle la vuelta. Tras el gol ante el Almería pasaron cosas, me lesioné en Turquía, cambió el entrenador... Siempre hay que salir a ganar cada partido, por eso cada uno de ellos es una oportunidad y estaría bien darnos una alegría a nosotros mismos, a los hinchas, al cuerpo técnico nuevo, a toda la gente que realmente quiere el Sevilla, ganar y salir un poco de esa situación en la que estamos", ha comentado Erik Lamela en el programa ‘A Balón Parado’ de Sevilla FC TV, donde también ha comentado otros asuntos de la actualidad del Sevilla FC.
Espera que el partido ante el Cádiz sea un punto de inflexión para empezar a salir de la zona baja de la tabla: "Estoy ilusionado por el sábado, esperando que sea el partido. Es una gran oportunidad para el equipo para salir de la situación en la que estamos, todavía no estoy entrenando con el equipo, pero si Dios quiere por lo menos estaré a disposición. Estos días no pude trabajar con el míster, pero estuve viendo lo que pide y su forma de trabajar".
Cree que es el vestuario el que tiene que revertir la actual situación de crisis deportiva: "Nunca me imaginé estar en un momento así ya que el objetivo de este equipo es otro y creo que si le preguntas a los jugadores nadie se podría imaginar esto, pero es fútbol y somos nosotros mismos los que tenemos que revertir esto. Depende de nosotros, sé que este equipo tiene potencial para poder hacerlo... cuando lo ves desde fuera es mucho peor, no fue un buen partido y hay ganas de que llegue el sábado".
Agradecido al apoyo de la afición, a la que envía el siguiente mensaje: "Quedan 12 finales, a la afición solo hay que agradecerle, ya que más allá del momento del equipo la cancha está siempre llena y fuera se vive peor, pero decirles que vamos a dejar todo para revertir esta situación para que en un futuro estemos festejando juntos. El grupo está unido y comprometido".