La Asamblea de Compromisarios del Barcelona arrancó este domingo sobre las 15.30 horas en el Palau. La cita tenía como grandes puntos la aprobación del crédito de 1.500 millones de euros para el Espai Barça y la modificación del Estatuto del club.
El acto comenzó con la comparecencia del presidente. Joan Laporta presentó un informe sobre la situación de la entidad y se refirió a un plan para revertir la situación a cinco años y cimentado en tres ejes.
"El único objetivo es devolver al Barça al sitio que le pertenece, pero no lo podemos hacer solos. En las dificultades, siempre ha salido lo mejor. Tenemos un plan para revertir esta situación que servirá para salvar al Barça. Será a cinco años y lo hemos elaborado con unos expertos y con sentido barcelonista. Está formado por tres ejes", explicó.
Laporta desgranó las tres bases de su estrategia: "Primero, un modelo deportivo basado en La Masia. Es un placer ver cómo se incorporan canteranos al primer equipo. Dentro de este primer eje está también el Espai Barça, que es también fundamental para competir en el mundo del fútbol. Todo esto tiene que ir acompañado de una organización más ágil y moderna. El plan de sostenibilidad ambiental forma parte del segundo eje, que va a hacer que el Barça sea una referencia en la gestión medioambiental".
"El tercer eje se basa en el ente social. Es un modelo transparente y con una nueva etapa de la Fundación, que busca conseguir una sociedad más justa y libre. Van a ver nuevos programas en la Fundación. Piensen que nosotros somos unas institución que es 'Más que un club'. También está operativo del Departamento de la Diversidad y Cooperación, trabajando por todo lo que son los valores democráticos, de igualdad y no descriminación, para erradicar cualquier comportamiento machista, racista o xenófobo", agregó.
"Son las peores cuentas de la historia del Barça"
El presidente habló las reformas económicas que han sido necesarias para paliar la crisis financiera: "No son buenos números, son las peores cuentas en la historia del Barça. Una deuda de 1350 millones de euros. Cuando llegamos, prácticamente no podíamos pagar las nóminas. Yo espero que en un mes estén terminadas las auditorías. La situación a la que hemos llegado viene dada por una grave deficiencia en la gestión de los anteriores gestores".
"Nosotros nos pusimos a trabajar sin tregua durante estos seis meses, de forma incansable, para sacar al Barcelona del pozo institucional en el que hemos caído. Esta situación no se arregla de un día para otro. Nos ayudaron a conseguir 595 millones de euros, hemos renegociado los contratos con los jugadores del primer equipo, hemos reducido la masa salarial. Estábamos entre el 30 y 50% por encima de nuestra competidores, pero esto no ha acabado, sobre todo en lo que se refiere a reducir la masa salarial deportiva", concluyó el máximo responsable del club.