El Barça ganó con suficiencia a un Sevilla de Sampaoli que, pese a sus buenas intenciones con el balón, no tiró a puerta en los 90 minutos. Superiores los de Luis Enrique, que continúan en la buena línea del curso pasado.
Buena actuación coral.
El conjunto catalán respondió bien a la presión sevillista y ello se explica por el notable trabajo colectivo de los culés a la hora de combinar y defenderse con la posesión. El Barça salió airoso de la agresividad del conjunto de Sampaoli.
Fondo de armario.
En apenas 35 minutos, el Barça perdió a dos hombres, uno de ellos fundamental: Iniesta y Mathieu. Entraron por ellos Denis Suárez y Digne, y no se notó la diferencia. El ex del Villarreal cumplió como interior y el lateral izquierdo, muy tranquilo, dejó una grata impresión.
Mejoría de Arda Turan.
El turco ha vuelto a demostrar que, para rendir a un buen nivel, debe estar cerca de la portería. En el lado izquierdo del ataque se desenvolvió con soltura, generó peligro y se le vio cómodo. Su asistencia con el pecho a Suárez, un gesto técnico al alcance de pocos futbolistas.
Messi y Suárez, a lo suyo.
Sin Neymar, que trata de salvar a Brasil en Río, el argentino y el uruguayo son los líderes. Messi generó incendios y cortocircuitos por todo el campo y dio una asistencia de gol; el charrúa, que acabó reventado de tanto correr, tiene el olfato intacto y marcó el primer gol del partido.
La aportación de Munir.
El canterano mandó un nuevo mensaje: el cuarto delantero está en la casa. El delantero apenas tardó cinco minutos en engordar la cuenta culé. Munir definió con clase el regalo de Messi. Está exprimiendo como pocos los minutos que tiene.