Sin el magisterio de Giorgio Chiellini en cada partido, la adaptación de De Ligt a la siempre exigente Serie A no está siendo la soñada por el joven futbolista. Son varias las situaciones las que ha tenido que atravesar de forma inesperada.
En su segundo partido de pretemporada se hizo un autogol, el primer partido de Liga no lo jugó, la defensa concedió tres goles ante el Nápoles y dos frente al Atlético, se llevó quiebros del 'Chucky' Lozano' y caño de Romelu Lukaku, hizo un penalti por mano en la última jornada ante el Inter...
Estas circunstancias adversas que ahora vive De Ligt no tienen nada que ver con el imperial rendimiento mostrado con el Ajax, y que le sirvió para llegar a la Juventus y también ser objeto de deseo del FC Barcelona.
Concentrado con Holanda, el joven zaguero habló para 'FOX Sports'. "Después del partido contra el Atlético en la Liga de Campeones, me dije: 'éste no es el jugador que soy'. Después de eso comencé a jugar con más confianza y desde entonces la línea ascendente ha comenzado".
No quiere pensar De Ligt en su precio. "Por supuesto que era una gran compra y no quería cometer errores. Pero no debes pensar así, nunca he jugado con ese pensamiento", comentó.
Cree que ha mejorado en las últimas semanas. "Soy diferente con respecto al periodo internacional anterior. Después del partido contra Estonia, creo que jugué seis partidos, cinco de los cuales fueron buenos o muy buenos. Puedo decir que estoy más acostumbrado, pero aún tengo que mejorar", señaló.
Sobre el duelo ante el Inter que se llevó la Juventus, declaró: "El partido fue una batalla, una lucha de alta intensidad. Las línea para las críticas es muy delgada si lo haces bien o mal, desgraciadamente es la vida de un defensor. Este tipo de partidos contra el Inter son fantásticos para medirse las fuerzas, no algo que vivas todas las semanas. Trato de aprender de mis errores".
No cree que hiciera penalti por mano. "Lo he visto desde un ángulo en el que no toco la pelota en absoluto. Está distorsionada y es justo lo que obtiene el árbitro. No sentí la pelota en mi brazo, sentí que me golpeó el costado. Por eso pedí el VAR, pero el árbitro decidió lo contrario. Tras esto no queda otra opción que cambiar el chip", alegó.