Seguro que el Liverpool esperaba algo así de él cuando lo fichó del Lille en 2014. Imaginaba un jugador prometedor, que un día podía convertirse en uno de los mejores delanteros de Europa. Tenía 19 años y quería comerse el mundo, pero no iba a ser capaz de lograrlo en sus inicios de 'red'.
El punta belga fue de lo mejorcito del Liverpool en su primer año completo en Inglaterra. A pesar de jugar sólo 15 partidos como titular, anotó diez tantos y repartió tres asistencias. Eran tiempos en los que a los 'reds' les costaba incluso meterse en la Champions y la competencia era mucho menor.
Llegaron mejores jugadores y Origi seguía contando con la confianza de Klopp. De los 15 como titular pasó a los 21 en la segunda campaña, anotando de nuevo goles -once- y repartiendo otra vez tres asistencias.
Pero el Liverpool quería más y el belga se quedó sin sitio en la campaña 2017-18. Justo el año en el que el Liverpool iba a explotar y Origi se lo iba a perder. El punta se fue cedido al Wolfsburgo y la experiencia, si bien le sirvió para ganar minutos, no le salió nada bien. Disputó 26 partidos como titular, con sus tres asistencias de rigor y esta vez siete goles. Pero daba la sensación de que se estancaba.
El inicio de la presente campaña no fue mucho más prometedora. El Liverpool quiso colocarle en otro equipo y al final el delantero continuó casi a la fuerza en Anfield. Su primer partido tuvo lugar en septiembre con el equipo filial de los 'reds'.
No fue hasta noviembre cuando pudo jugar sus primeros minutos con el primer equipo, ante el Estrella Roja en un partido que el Liverpool ya tenía perdido y en el que Klopp ya empezó a pensar en él como salvador.
Otro mes tuvo que pasar hasta su primera intervención decisiva en el primer equipo, el gol en el minuto 96 en el derbi ante el Everton que supuso el triunfo 'red'.
Y de nuevo, ostracismo hasta el mes de enero, cuando participó en la eliminación de la FA Cup contra los Wolves y tuvo unos instantes en el siguiente choque, ante el Brighton, más para perder tiempo que otra cosa.
No fue hasta el mágico mes de mayo cuando llegaría su explosión definitiva y su presentación al gran público. Le dio el triunfo a los 'reds' en Newcastle en el minuto 86 y, sólo tres días después, fue el gran protagonista de la eliminación histórica del Barcelona en Anfield con dos tantos.
La historia del Liverpool le tendría reservado un hueco más aún en esta campaña para la historia. Sería en la final, cuando recibió de Matip para fusilar a Lloris y poner el sello al triunfo de los de Klopp. Un Klopp que siempre confió en él.