Hay una leyenda no escrita que dice que en la segunda vuelta los equipos de abajo suman más puntos que en la primera. Por ello, choques como el Alavés-Valladolid de este viernes con ambos separados por un punto en la zona roja, cobran tanta importancia. Un partido de dos conjuntos con serios problemas por el gol Y quizá ello al menos tenga una lectura positiva: que los porteros sufrirán menos de lo habitual.
Aunque fue Roberto quien comenzó como titular en el arco pucelano, demasiada sangría anotadora y mal juego llevó a Sergio a apostar por Jordi Masip, quien desde entonces se ha mantenido ahí. Fernando Pacheco, por su parte, fue un fijo con Machín y lo está siendo también con Abelardo. Y en Mendizorroza se medirán como dos de los guardametas más exigidos de la Primera División.
El blanquivioleta posee una media de 3.3 paradas por cada 90 minutos de juego esta temporada, solo superado por Édgar Badía (4.1) y Jaume Doménech (3.7). Mucho trabajo teniendo en cuenta que ha encajado 22 tantos en 15 encuentros.
Pacheco, por su parte, es un habitual cada temporada de los puestos altos de esta clasificación. Su promedio es de 3.1, lo cual le sitúa en cuarta posición, justo por debajo de Masip. En su caso, ha recibido 29 goles en 21 partidos, por lo que también está acostumbrado a tener días difíciles bajo palos.
Ni Alavés ni Valladolid son especialistas consumados en apilar ocasiones de gol ni marcar precisamente, así que las paradas de ambos se antojan más fundamentales que nunca para la suerte de un duelo que, a priori, está condenado a registrar poco movimiento en el marcador.