La segunda historia de amor de Arjen Robben con el fútbol se verá interrumpida durante unos meses. El extremo, que eligió el club de su vida para volver a calzarse las botas, ha comprobado cómo sus problemas con las lesiones no le han abandonado tras un año sin jugar.
A pesar de la menor exigencia del Groningen, Robben ha tenido problemas para jugar prácticamente cada vez que lo ha intentado en la Eredivisie.
Como las cosas no mejoraron en los últimos tiempos, en los que forzó para jugar ante el Fortuna Sittard y el VVV-Venlo, Robben ha tomado una decisión drástica. Se volverá a retirar... al menos por unos meses. No jugará hasta diciembre y, si está a tope entonces, volverá a vestirse de corto.
Robben decidió emplear los próximos meses para recuperar su mejor estado de forma y aprovechó en la web oficial para alabar a sus compañeros: "No es agradable que solo se hable de mí porque no juego. El equipo lo está haciendo muy bien y merece todo el reconocimiento".
El ex del Bayern, eso sí, reconoció su decepción para concluir: "Esta situación es decepcionante, no lo niego. Quería haber jugado en más choques, pero con las molestias no ha sido posible. No es extraño, pero es duro. Vengo de estar un año parado, tengo ya unos años y un historial de lesiones de sobra conocido".