Nuevo test de preparación para una UD Las Palmas que se vio algo atascada en su estadio. Los hombres Pepe Mel no certificaron el choque hasta el minuto 87, cuando Alberto Moleiro abrió la lata desde fuera del área.
Los grancanarios salieron con un once que tuvo toda la pinta de ser el que perfectamente podrían comenzar la Liga. Aun así, el juego no fluyó y el Panadería Pulido, recién ascendido a Segunda RFEF, estuvo a punto de dar la machada.
La posesión del balón, como era de esperar, fue para Las Palmas. Sin embargo, las ocasiones no llegaron con suficiente peligro como para inquietar la portería defendida por Álvaro Hormiga.
La recta final del choque fue una auténtica locura. El partido se pudo decantar para cualquiera de los lados, pero Alberto Moleiro obtuvo el premio del gol. El canterano se marcó una jugada individual hasta llegar al borde del área y rematar a media altura para desnivelar la balanza.
No hubo tiempo para más y Las Palmas se alzaron con el triunfo final. Sin embargo, las sensaciones sobre el terreno de juego fueron un tanto difusas para el cuadro amarillo, que deberá ponerse las pilas de cara al comienzo liguero.