El UE Lleida (antecesor del actual Lleida Esportiu) es el equipo con el peor registro defensivo en Primera División. Ningún club en la máxima categoría ha encajado los goles que encajó el equipo catalán en la campaña 50-51.
Es el único que llegó a recibir más de 100 goles. 134 para ser más exactos. El equipo leridano acabó la campaña con 13 puntos (entonces las victorias valían dos) y una diferencia de goles de -93. Todo eso en 30 partidos.
Evidentemente, el Lleida acabó último de la tabla. Parecía difícil superar la marca del Nàstic un año antes: recibió 99 tantos en contra. Eso sí, sumó un punto más que el colista Oviedo, 16 por 15.
El tercero en discordia es Osasuna, que descendió en 2017 después de encajar la friolera de 94 goles. La mayor disputa de partidos en la actualidad hace que las medias de entonces sean terroríficas.
Es decir: aquel Lleida recibía casi 4,5 goles por encuentro. Una barbaridad. El Nàstic, por su parte, alcanzaba los 3,8 goles por partido.
7 de enero de 2018