La historia es surrealista. El día de Castro ha debido ser una locura. Comenzó con un intento de atraco en su propio domicilio. Cuenta 'CDF' que un delincuente entró en la casa del futbolista.
No están claras las circunstancias, pero parece ser que Castro acabó herido con al menos un corte producido por arma blanca en el abdomen, supuestamente mientras forcejeaba con el asaltante tratando de repeler su ataque.
Herido y todo, e imaginamos que aún con el susto en el cuerto, nuestro protagonista se fue a entrenar, en lugar de informar de lo sucedido y pedir ser eximido de la práctica.
No solo no lo hizo, sino que, una vez allí, fue curado de sus heridas en la enfermería del club y procedió a ejercitarse con el resto de sus compañeros, como si nada hubiera sucedido.