Necaxa y Monterrey disputaron un partido bastante entretenido que acabó con 1-1 en el marcador. Al margen del resultado, el árbitro fue uno de los protagonistas del encuentro.
Luis Enrique Santander, encargado de impartir justicia durante los 90 minutos, sufrió un altercado en una acción de ataque del equipo local.
Un jugador trató de pasarle el balón a un compañero y el colegiado recibió un balonazo que le hizo caer al suelo de culo.