Cuando el Arabia Saudí-Egipto se encaminaba al descanso, y después de que El-Hadary detuviera un penalti histórico, el colegiado colombiano Wilmar Roldán decidió tomar protagonismo con una nueva pena máxima.
La situación fue la siguiente: Ali Gabr empujó ligeramente a Al-Muwallad, quien cayó dentro del área. Roldán, en primera instancia, mandó levantarse al futbolista de Arabia Saudí... rectificando rápidamente y señalando los once metros.
Egipto protestó por la acción, que ciertamente deja dudas en las diversas repeticiones ofrecidas por la realización. Tanto que a Roldán le avisaron desde la sala del VAR de la complejidad del penalti.
Tras unos segundos de duda, el trencilla se marchó raudo y veloz hacia las pantallas instaladas en la divisoria del terreno de juego. Vio la acción repetida y refrendó su decisión.
En esta ocasión, fue Al-Faraj el que chutó contra el arco egipcio, consiguiendo el gol que anteriormente había evitado el veteranísimo El-Hadary.