La temporada 2017-18 mostró por fin la mejor versión de Thomas Vermaelen en el Barcelona. El central belga se quedó casi por obligación y, durante los meses en los que el Barça sufrió el azote de las lesiones en la parcela defensiva, Valverde tuvo que recurrir a él.
Fue entonces cuando el ex del Arsenal ofreció ese "rendimiento inmediato" del que hablaba Andoni Zubizarreta en su presentación en 2014. Tras varios años lastrado por las lesiones y con una cesión muy poco productiva a la Roma de por medio, el zaguero alcanzaba al fin su mejor nivel en la Ciudad Condal.
En cualquier caso, Umtiti se recuperó, Mina llegó y, pese a la salida de Mascherano, el binomio Piqué-Umtiti no se movería demasiado al final de la campaña. Así, Vermaelen perdió el buen tono y terminó de nuevo sumido en el mayor de los anonimatos, un silencio que el Mundial tampoco ha logrado evitar.
Yerry Mina, por su parte, ha vivido un camino opuesto. Llegó y despertó mucho interés, pero falló tan pronto como Valverde le dio minutos. El colombiano, todavía verde para el fútbol europeo, apenas jugó los minutos de la basura y todos daban por hecho que saldría del Barcelona sólo seis meses después de llegar al Camp Nou.
El Mundial, en cambio, le ha recuperado para la causa. Su liderazgo en Colombia ha impactado y, si bien en el Barcelona no han sacado mucho pecho con él, sí que ha empezado a ocupar un lugar destacado en la agenda de varios equipos importantes de Europa.
Hace unos días se daba por hecha su salida, pero después de la 'nacionalización' de Coutinho, el 'cafetero' podría tener sus opciones para ser el cuarto central. Mientras Vermaelen cumplirá 33 años en noviembre, Mina tiene mucho margen de progresión con sólo 24 primaveras.
La operación más interesante para el Barcelona sería una cesión del colombiano. Vermaelen se quedaría un año más como cuarto central y lo normal es que, con Lenglet, Umtiti y Piqué, el cuarto central no acabe jugando demasiado en la temporada 2018-19.
La progresión de Mina no se estancaría y volvería mucho más adaptado al fútbol europeo en el verano de 2019. El problema puede estar en la disponibilidad que vaya a mostrar el central para ser cedido. Y es que Mina se ha encargado de repetir por activa y por pasiva que su única prioridad es triunfar en el Barça. Y eso no está en consonancia ahora mismo con los deseos del club.