Lendoiro ve al Dépor ante el último tren hacia el ascenso

El ex dirigente blanquiazul, en un artículo que ha remitido a medios de comunicación, elogia la "ilusión desbordante que transmitió Luis César en sus primeras palabras como entrenador blanquiazul y que suponen una inyección de optimismo de la que estaba muy necesitado el deportivismo, instalado últimamente en un pesimismo contagioso que no presagiaba nada bueno".

Lendoiro critica varias decisiones que ha adoptado el director deportivo, Carmelo del Pozo, y que ha refrendado el Consejo de Administración, a la hora de confeccionar la plantilla, unas como consecuencia del descenso, pero otras, adoptadas motu proprio y que suponen, a su juicio, una descapitalización del club al vender a los jugadores más destacados.

Así, nombra al "emergente" Edu Expósito; el "regalo" de Róber Pier al Levante; la cesión del argentino Fede Cartabia, un futbolista "distinto" en la categoría; la salida de Pedro Sánchez por "razones personales" o "conceder la libertad a un jugador de futuro" como Diego Caballo y, principalmente, traspasar a Quique González "por un ridículo beneficio de 1,7 millones".

"No sólo hemos perdido la columna vertebral (Pablo Marí, Domingos Duarte, Edu Expósito, Quique González, Carlos Fernández), sino también las extremidades (Fede Cartabia, Pedro Sánchez, Saúl García, Caballo)", indica Lendoiro, que celebra la continuidad de la "cabeza" del equipo, Dani Giménez, y el "corazón", Álex Bergantiños.

"Son demasiadas bajas importantes como para no notarlas en demasía, y más si en ese cóctel se mezcla contar con cuatro entrenadores en poco más de seis meses, cifra que ignoro si será récord de España", arguye.

"Mi preocupación no es perder la categoría, cuestión que ni me planteo, ni alcanzar un lugar cómodo en mitad de tabla. Nuestra necesidad básica es ascender", sostiene Lendoiro, que ve imprescindible el ascenso para no convertirse "en un equipo más de los 22 de la categoría de plata y de nuevo revivir el calvario de los años 70 y 80".

"El domingo sale el último tren para el ascenso. Hay que cogerlo y creer que es posible el objetivo, a pesar de los antecedentes históricos demoledores, que nos llevan al dato escalofriante de la temporada 1978/79 en la que, con los 8 puntos actuales, después de la jornada 10, el Deportivo descendió a Segunda B", recuerda el expresidente blanquiazul.