No es muy normal encontrar dos hermanos en el mundo del fútbol con nombres tan dispares. El caso de Michy Batshuayi y Aaron Leya Iseka es uno de ellos. El hermano pequeño del nuevo ariete del Valencia lleva los apellidos de la madre y por eso a veces cuesta descubrir que ambos llevan la misma sangre.
Curiosamente, el popular punta internacional belga despuntó en Bélgica en las filas del Standard de Lieja, mientras que su hermano, que mide cuatro centímetros menos, lo hizo en el Anderlecht.
No coincidieron en el Olympique de Marsella por poco, pues Leya Iseka llegó cedido justo cuando Batshuayi decidió irse al Chelsea, en la temporada 2016-17.
¿Tuvo algo que ver el hermano mayor en su llegada al Vélodrome? Nunca lo sabremos, pero sí que parece claro que Leya Iseka aprovechó su estancia en Marsella. Aunque no pasó de los 301 minutos en el primer equipo, el hermano de Batshuayi ya dejó destellos de su clase con dos asistencias, lo que llevó al Zulte Waregem a interesarse por su préstamo para la 2017-18.
De vuelta a su país, el atacante encontró continuidad (31 partidos) y goles (nueve), lo que ha llevado al Toulouse a desembolsar algo más de un millón de euros para hacerse con su fichaje en este mercado estival.
Mientras Batshuayi emprendía hace unos días un viaje prometedor a Valencia, Leya Iseka espera confirmarse en Francia, el país que encumbró a su hermano y en el que espera seguir haciéndose un nombre con la tranquilidad que te da que (casi) nadie sepa que eres hermano de un crack mundial.