Italia fue más Italia que nunca. Y no, no crean que les hablo del manido 'Catenaccio' que, por otro lado, tenemos que asumir que hace mucho que no pega con el fútbol italiano. De hecho, en el 'Calcio' se ven más goles y fútbol ofensivo que en muchas de las grandes ligas europeas.
Italia fue fiel a ese sello que siempre la definió. Ese estilo que le lleva a no destacar, a parecer que no está ahí, pero, sobre la bocina, aparecer para ya no dar tiempo a su presa a escapar. Y eso ha hecho en esta Liga de las Naciones.
Polonia llegó al Mapei Stadium como primera de grupo. Y se fue como tercera. Y los 'azzurri' afrontan la última jornada en el liderato, dejando el mínimo margen de reacción a sus rivales.
Dominó de principio a fin la Selección Italiana. En todo momento tuvo el balón y la intención y, tras un gol anulado a Insigne por un dudoso fuera de juego, llegó el 1-0 por medio de Jorginho.
El del Chelsea demostró que los penaltis son su especialidad y batió a Szczesny para adelantar a los locales en el 27'. El resultado se mantuvo hasta la segunda parte, donde sentenciarían los de Mancini, ausente por COVID-19, aprovechando la superioridad numérica.
Goralski vio la segunda amarilla en el 77' y Berardi, futbolista del Sassuolo que jugaba 'en casa', puso el 2-0 definitivo. Lo hizo al definir al primer palo con la zurda en el área en el 83' y selló el triunfo.
Así, Italia llegará a la última jornada dependiendo de sí misma para colarse en la 'final four'. Para ello, le bastará ganar en Bosnia para no tener que mirar al Polonia-Países Bajos.