El AIK Solna está en peligro de descenso y, en la jornada 16 de la Liga Sueca, recibía la visita del Malmö. Los ultras locales, hartos de la situación clasificatoria de su equipo, ven propicia cualquier ocasión para mostrar su indignación y, en este caso, pagó su rivalidad con el conjunto que marcha en la 3ª plaza de la tabla. Los extremistas de casa prendieron fuego a una de las pancartas contrarias, lo que motivó la detención del partido.
El colegiado, en cuanto se percató de las llamas en las gradas, mandó a los jugadores a sus vestuarios por motivos de seguridad. Entretanto, en los asientos, los seguidores radicales de uno y otro club se buscaron para intercambiar golpes, lo que retrasó la reanudación de un cara a cara deportivo en el que el resultado estaba siendo de 0-0 a la espera de los compases finales. Los puntos en juego se antojaban cruciales para el objetivo de los anfitriones, la permanencia.
En las redes sociales, las entidades informaron de la detención del evento y no tardaron en llegar comentarios de hinchas que se quejaban de que se estaba carbonizando una lona en apoyo a los de Henrik Rydström que era genérica, es decir, que no estaba adscrita a ningún grupo de fans en concreto. Lo habitual es que los grupos de este tipo busquen el enfrentamiento entre ellos, no con el resto de espectadores.
De ahí el desconcierto de los asistentes que permanecieron al margen de las peleas en ciertos sectores de las gradas. Los ultras del AIK Solna, después de medirse a sus homólogos del Malmö, regresaron a sus asientos mientras los empleados de seguridad les perseguían. Con el paso de los minutos, el recinto recompuso una tranquilidad relativa: ninguno de los dos equipos podía evitar un clima de extrañeza tras el lío.
July 23, 2023