Más allá del derribo, en la Real Sociedad están indignados con la decisión del colegiado, considerando que decidió sancionar penalti con retraso, en una cuestionable aplicación del reglamento.
Un fallo de Íñigo Martínez dejó vendido a Rulli que tampoco anduvo afortunado y golpeó a Borja Bastón, desequilibrándole para anotar.
Aunque el delantero blanquiazul trató de finalizar, el árbitro decidió sancionar pena máxima después de que el atacante no lograra materializar la ocasión.