El partido entre la Gimnástica Segoviana y la Ponferradina ha tenido absolutamente de todo... menos goles. Los últimos minutos fueron frenéticos y la cita acabó con polémica porque el árbitro hizo sonar su silbato justo después del remate de Andy, que se coló dentro de la portería y pudo darle la victoria a la Ponferradina tras una contra perfecta.
Esta acción está levantando ampollas porque, de subir el gol al marcador, hubiera servido para que la Ponferradina saliera de la zona de descenso del grupo I de la Segunda División B.
Después de un partido en el que pudo ganar cualquiera y con una segunda parte en la que dominó la Gimnástica Segoviana, la Ponferradina acarició los tres puntos hasta que el árbitro anuló el gol que se dio en el último suspiro justo después de un remate de Andy que entró dentro de la portería. Nadie se creía una decisión que fue irrevocable y no cambió aun con las protestas y la sorpresa de los jugadores de la Ponfe.
Una imagen que pocas veces se ha visto en el fútbol, pues normalmente, y a lo sumo, el árbitro suele dictaminar el final del partido con el balón en el centro del campo si hay una contra y el tiempo está cumplido. Esta vez, el silbato sonó cuando el balón traspasó la línea de gol.