El estadio Da Luz puede soterrar a dos entrenadores del Barcelona. En apenas 14 meses, el conjunto azulgrana ha sufrido dos de las peores derrotas de los últimos años, y las dos en el campo del Benfica.
La primera de ellas acabó con la etapa de Quique Setién en el club. Un 2-8 histórico, con el Bayern como vencedor, que marcó una de las noches más negras en la historia del club azulgrana.
Precisamente Koeman sustituyó a Setién. Y ahí, en el mismo estadio que condenó al técnico cántabro, puede haber cavado su tumba el neerlandés, prácticamente sentenciado.
En el seno del Barcelona no gustó ni su planteamiento, con tres centrales, ni el estilo de juego ni, mucho menos, el resultado. Una derrota abultada que puede dar la puntilla a Koeman.
La cúpula directiva tuvo una reunión de urgencia, en la madrugada del miércoles al jueves en España, para decidir qué pasará con el entrenador neerlandés. La destitución pasa por sus cabezas.
Y todo ello en un estadio que se ha convertido en maldito. Parecía difícil superar aquel 2-8, pero el rival y el nivel mostrado este miércoles ponen casi parejos los dos encuentros.