El fútbol inglés no descansa por Navidad, y Klopp ha estado a punto de prescindir de la EFL Cup por ello. Rotó ante el Leicester, y sudó para forzar unos penaltis que acabó ganando.
Solo un jugador 'red' de entre los titulares estuvo en el partido del fin de semana pasado contra el Tottenham, el jovencísimo Tyler Morton. Cambió, por tanto, su once de arriba a abajo Klopp, y no tardó en pagarlo.
El Leicester, con una alineación mucho más equilibrada, ya ganaba 0-2 en el 13', gracias al doblete de Vardy, marcador que Oxlade-Chamberlain, en el 19', logró recortar.
Sin embargo, fue un espejismo, porque Maddison logró volver a abrir brecha a la media hora de juego. Perdía el Liverpool 1-3, y Klopp trató de ponerle remedio con los cambios al descanso.
Entraron Konaté, Milner y Diogo Jota en el intermedio, y fue precisamente el luso el que reenganchó al partido a los 'reds', en el 68'. Sin embargo, no fue hasta el ultimísimo minuto del partido cuando este se decidió.
En el 95', en el último suspiro, Takumi Minamino empató a tres el encuentro y lo mandó a penaltis, donde los 'reds' ganaron 5-4, pues el fallo en el lanzamiento del nipón fue compensado por los 'foxes' con los penaltis marrados por Thomas y Bertrand.
El Liverpool se medirá al Arsenal en semifinales de la EFL Cup. La ida se jugará el próximo 5 de enero en el Emirates, y la vuelta, el 12 en Anfield.