El futolista del Legia de Varsovia, titular en el choque ante el Cracovia, recibió una cartulina amarilla en el minuto 67 del encuentro, cuando su equipo se encontraba 0-2 en el marcador a causa de un doblete de Javi Hernández.
Siete minutos más tarde, el futbolista, a causa de una entrada muy peligrosa, fue castigado con la segunda cartulina, lo que llevó al árbitro a mandarle a vestuarios.
Mientras el futbolista dejaba el terreno de juego, saltó el aviso de que la jugada estaba monitorizada por el VAR, por lo que tuvo la esperanza de que el árbitro cancelara la segunda tarjeta y pudiera seguir jugando.
Pero no pudo haber un resultado peor. El árbitro le llamó, Remy volvió al terreno de juego dispuesto a seguir sobre el campo y en ese momento, el colegiado se echó la mano al bolsillo, le quitó la amarilla y le mostró una roja directa debido a la dureza de la entrada, por lo que su sanción podrá ser mayor de lo que hubiera sido sin el VAR.
18 de febrero de 2019