Sin embargo, Eduardo, del Chiscón de la Ribera, se muestra optimista: "Cuando se inicien las obras, habrá movimiento en el barrio y lo que daremos serán muchos menús". Para él, simplemente cambiaría el perfil del cliente.
En estos bares se instalarán los típicos menús del día y quedarán en el olvido aquellos carteles que anunciaban cañas a un precio barato. Estos locales tendrán el deber de reinventarse para seguir manteniéndose con fuerza.
En otros establecimientos, como la cafetería Acacias, no tenían una visión positivista: "Los días de fútbol han sido un empujón para las cuentas de los bares". En definitiva, hasta El Doblete, cuyo local está en el campo, no sabe su futuro.