No es ningún secreto que la cantera es un punto importante en la filosofía de Setién. Por tanto, los jóvenes de La Masia ven reblandecerse el duro techo que suele haber antes de asomarse a cualquier primer equipo,
Riqui Puig es el principal beneficiado en este grupo. Con Valverde apenas rascó bola en el Barça, pero el estilo del nuevo entrenador podría suponerle un buen puñado de minutos al centrocampista.
Fuera de la cantera, Arthur Melo puede ser otro de los que sonrían con el cambio. El perfil del brasileño, un obseso de la posesión y el dominio mediante el balón, se ajusta a la perfección a lo que suele proponer Setién.
Al margen de estilos, la figura de Sergio Busquets es otra de las figuras que pueden beneficiarse de la llegada del cántabro. Su presencia dejó de ser clave progresivamente estos años y sus cualidades son esenciales para sujetar y dar continuidad a la idea de Setién.
Samuel Umtiti podría ganar peso en el once, ya sea por su mejor salida de balón que Lenglet o por la integración de un tercer central. En ese esquema, las condiciones de Junior Firpo ayudarían a que el lateral, que ya tuvo al técnico en el Betis, aparezca más en las alineaciones.
En la parte negativa, aparecen varios nombres propios. La aportación de Arturo Vidal, basada en el músculo, el sacrificio y la garra, podría ser menos esencial en la filosofía de Setién. A priori, sería el gran perjudicado.
Ivan Rakitic es otro de los nombres que, como mínimo, no las tiene todas consigo con el cambio. Valverde acabó confiando en él y ahora, con muchas cosas empezando desde cero, podría recelar de lo que acabe sucediendo.
Si el Barça se pasa al 3-5-2, incluso Antoine Griezmann podría haber perdido su estatus. Sin embargo, la lesión de Luis Suárez parece ahorrarle ese problema.
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