En total, los futbolistas del cuadro boliviano llevan sin cobrar tres meses. Por ello, han decidido protestar de alguna manera para acaparar la atención de otros clubes en busca de ayuda.
Los directivos de Blooming alegan que necesitan recibir un ingreso por parte de la Federación Boliviana de Fútbol para poder afrontar una parte de la deuda, que no en su totalidad.
La plantilla del cuadro boliviano decidió no entrenar por lo insostenible de la situación. Tres meses sin llevar dinero a sus respectivos hogares es una realidad dura de concebir.