El máximo accionista de Mestalla decidió rescindir el contrato de Marcelino García Toral como primer entrenador del club. Albert Celades fue el sustituto que eligió Peter Lim para hacerse cargo del equipo durante la presente temporada.
Quien fuese jugador del Real Madrid durante cuatro temporadas, llega a la capital de la comunidad levantina tras ser el técnico de España Sub 17 y España Sub 21. Sin experiencia previa en LaLiga.
Nuno Espirito Santo fue el primer praparador de la plantilla de la era Lim. El portugués realizó una gran primera temporada con 77 puntos y la clasificación para la Europa League. Sin embargo, a pesar de renovar hasta 2017, abandonó el banquillo.
Gary Neville, que entonces era comentarista y ayudante en la Selección Inglesa, asumió el puesto por su buena relación con Lim. Después de la goleada 7-1 en Copa ante el FC Barcelona, se marchó del club. El británico reconoció que fue un disparate aceptar convertirse en el entrenador.
Pako Ayestarán fue el siguiente. Probó fortuna en Israel y México y consiguió vencer al Barça en el Camp Nou, lo que supuso un incremento de confianza. Tras cuatro derrotas en los primeros cuatro partidos de 2016-17, como señala el diario 'Marca', fue destituido por videoconferencia.
Cesare Prandelli llegó como el gran revolucionador que parecía que necesitaba la entidad 'che' con el famoso "fuori". Los malos resultados propiciaron su dimisión a finales de diciembre de 2017.
Voro, quien se había hecho cargo del Valencia en 2008 para salvarlo del descenso, volvió a sentarse en el banquillo. Dejó el puesto de entrenador al final de la temporada.
Marcelino fue el que más experiencia tenía antes de convertirse en el técnico 'che'. 250 partidos en LaLiga le avalaban. Tras conseguir el apoyo de la afición, la clasificación a la Champions League y la Copa del Rey, Peter Lim decidió despedirlo contra todo pronóstico.
La experiencia no es necesaria para el dueño del club. Los buenos resultados y la buena relación con el vestuario y los seguidores 'ches' tampoco aseguran la permanencia en el banquillo.