En un comunicado difundido el miércoles, horas antes del crucial partido de Copa frente a su rival más enconado, Universidad de Chile, finalmente suspendido por la violencia de los ultras- el Sindicato de Cruzados SADP anunció que tras siete reuniones las negociaciones habían fracasado y que los trabajadores optarían por presiones drásticas.
A la huelga se adhirieron de inmediato áreas como escuelas de fútbol, fútbol femenino, utilería, comunicaciones, captación, históricos del club y los entrenadores de fútbol formativo, que este jueves no saltaron al campo.
La razón: la negativa de la directiva a desembolsar 44.800 pesos mensuales más en total para actualizar el sueldo de ocho trabajadores.
Luego de la reunión de este martes, donde ambas partes expusieron sus argumentos, el club mejoró su propuesta solo en un punto, el cual comprendía que el reajuste de 1,6 % ofrecido ya no iba a ser solo para los que ganaran menos de 800.000 pesos, sino que se extendía hasta un millón (unos 1.150 euros).
"El sindicato realizó una reunión extraordinaria donde por un 54% fue aprobado aceptar la propuesta de Cruzados, con la condición de que fueran incluidos ocho entrenadores de escuelas de fútbol que no estaban siendo considerados en el reajuste. Esto hubiera significado al club un gasto mensual de 44.800 pesos, aproximadamente, entre los ocho trabajadores", agregó el comunicado.
De acuerdo con la SADP, "la contraparte, presidida por el Gerente General, Juan Pablo Pareja, se negó a incluir a estos ocho trabajadores, a pesar de que, si lo hubiera hecho, el Sindicato hubiera aceptado el petitorio, como se les expresó".
Fuentes del sindicato indicaron a 'EFE' que pese a la huelga, que ya ha obligado a suspender algunos partidos femeninos, del fútbol juvenil y el formativo, la dirección no se ha comunicado para tratar de alcanzar una solución que zarandea a uno de los grandes clubes de Sudamérica.