La Copa se le escapó al Valencia en cuatro minutos. Los que discurrieron desde que Jaume Costa despejó un córner con el codo hasta que Roberto Soldado transformó el penalti.
Entre medias, dos minutos de angustia para ambas aficiones, y otro de tensión mientras se lanzaba la pena máxima que González González decretó a instancias del VAR.
Vayamos por partes. El valencianismo clama por el penalti, y aunque está en su derecho, la infracción de Jaume Costa es clara. El lateral 'che' saltó de forma imprudente con el brazo a medio flexionar.
February 4, 2020
El VAR advirtió de lo ocurrido al colegiado, quien, tras acudir al monitor a revisar la acción, decretó la pena máxima. ¿Lo fue? Lo fue. Por mucho que Jaume Costa esté girándose para cubrirse de un pelotazo, el hacerlo con el brazo despegado del cuerpo fue un error.
La voluntariedad ha dejado de tener importancia, y si no, que se lo digan al Alavés, un club que ya no sabe cuántos penaltis en contra le han pitado por mano.
Lo siguiente que irritó al valencianismo fue la celebración del gol. Roberto Soldado, ex delantero del Valencia tres temporadas entre 2010 y 2013, fue quien le dio la puntilla al vigente campeón.
February 4, 2020
Y lo celebró con rabia, con euforia, después de haberse estado peleando durante 95 minutos con prácticamente todos los futbolistas de su ex equipo.
Hay que ya le tenía atravesado, y que ve en esta afrenta el punto y final a cualquier clase de simpatía hacia el delantero valenciano.