La violencia nunca debe estar presente en el mundo del fútbol. Ni dentro de los terrenos de juego ni fuera de ellos. Este hecho parece que no lo entienden los ultras del Le Havre, que fueron los protagonistas de la jornada al término del partido contra el Quevilly.
Los aficionados locales saltaron cuando el árbitro pitó el final, consumándose una nueva derrota que enfadó y activó la ira de los seguidores, que no dudaron en correr hacia los vestuarios para agredir a sus jugadores.
En el vídeo se puede ver a cientos de personas saltando las vallas y entrando a sus anchas al campo, con la única oposición de los guardias de seguridad en el túnel por donde se acababan de retirar los futbolistas.
30 de marzo de 2018
El conjunto galo marcha en mitad de la tabla a diez puntos de la promoción de ascenso, aunque el tropiezo contra el segundo peor club de la competición hirió gravemente a sus hinchas. Desafortunadamente, este no es el primer capítulo que se vive en Francia, ya que en Lille se vivió algo similar.