"Si se cree y se trabaja, se puede", dijo en su día Simeone. Lucas Hernández cumplió esa premisa.
Era un niño cuando comenzó a darle patadas a un balón en las categorías inferiores del Atlético de Madrid. Con apenas once años llegó al club rojiblanco... y jamás se iría de allí.
Quien le iba a decir a ese joven Lucas Hernández que once años después iba a ser campeón del mundo y una de las grandes joyas del Atlético de Madrid.
Su trabajo, su esfuerzo y su coraje sirvieron a Lucas Hernández para triunfar. Su primera convocatoria con el primer equipo llegó en 2014, con apenas 17 años. Debutó contra L'Hospitalet en diciembre de ese mismo año en un partido de Copa. Menos de diez días después hizo lo propio en Primera, contra el Athletic.
A partir de ahí, Lucas Hernández convenció a Simeone y pasó a ser, por méritos propios, uno de los guerreros del 'Cholo'.
Deschamps no dudó en contar con el defensa. Lucas Hernández dudó entre España y Francia, pero se decantó finalmente por los 'bleus'. Decisión acertada a juzgar por el resultado... El defensa ya puede presumir de contar con un Mundial en sus vitrinas.
El Atlético siempre ha presumido de cantera. No es para menos. No puede haber mejor ejemplo que Lucas Hernández...
15 de julio de 2018