El Real Madrid logró remontar de la forma que tiene acostumbrado al mundo del fútbol. Ante el Paris Saint-Germain, los blancos volvieron a demostrar que la Champions League es su competición fetiche, colándose en los cuartos de final gracias al 3-1 final.
Más allá de las numerosas celebraciones que se sucedieron en el Santiago Bernabéu, la felicidad y la euforia por el triunfo se alargaron, entre otras cosas, gracias a la incontestable victoria por 0-3 ante el Mallorca.
Fruto de una apuesta, Lucas Vázquez sorprendió a la plantilla con un regalo de lo más dulce. En total, el canterano 'merengue' compró 50 tartas de queso para la plantilla, fruto de una apuesta con el maestro pastelero Álex Cordobés.
Entre plantilla, cuerpo técnico y demás, Vázquez repartió el medio centenar de pasteles. Se trata de un viejo conocido para el Madrid, pues fue, por ejemplo, el creador de la tarta con la que Arbeloa celebró su 39º cumpleaños.