Añorando a Robben y Ribéry

Dos extremos élite a pierna cambiada que fueron quebradero de cabeza para las mejores defensas del mundo durante varias temporadas. Jugar contra el Bayern de Múnich de Arjen Robben y Franck Ribéry siempre dejaba el vértigo de enfrentar a dos de los mejores extremos del mundo en un equipo que siempre se ha caractizado por su torrente ofensivo. Ambos aseguraban desborde constante y una aparente facilidad para eliminar rivales. Y es lo que llevan buscando años los alemanes después de que ambos colgaran las botas. Ahora, llega Luis Díaz.
Tanto Ribéry como Robben se fueron del Bayern en 2019. Unos años antes, el cuadro bávaro ya se había preparado con el fichaje de Kingsley Coman, que dejó la Juve en 2016. El francés se acercaba mucho al tipo de extremo que tenía el club de Múnich con Robben y Ribéry: encarador, con muchísimo desborde y con gol. El principal problema del galo ha sido su habitual relación con las lesiones, algo que ha mermado su trayectoria, aunque ya acumula diez campañas en el Allianz Arena.
Douglas Costa tuvo dos etapas diferencias: una primera coincidiendo con los dos extremos y una segunda en la 2020-21 en la que tampoco se asentó. Rindió a buen nivel, pero en la 2016-17 perdió protagonismo y decidió salir a la Juve. Serge Gnabry fichó en 2018, pero el germano ha participado muchas veces en posiciones interiores. No es el perfil parecido a los mencionados, aunque tiene gol. Con la marcha de Müller y la lesión de Musiala, está destinado a jugar por dentro.
Por el Bayern también pasó Ivan Perisic en solo una temporada, la primera tras despedir a Ribéry y Robben. Ocho goles y siete asistencias en una corta etapa. Leroy Sané fue la primera gran inversión buscando ese tipo de futbolista. Pagó 52 millones por él al Manchester City cuando tenía 25 años y había dejado grandes números pese a su última lesión. Rindió a buen nivel en Alemania, pero siempre dio la sensación de que se quedaba algo corto en partidos importantes. Este verano ha tomado la puerta de salida rumbo al Galatasaray.
En un contexto similar al de Luis Díaz, Sadio Mané se fue al Bayern desde el Liverpool para la temporada 2022-23. 12 goles y seis asistencias en su único año antes de tomar la puerta de salida rumbo al Al Nassr. Apareció entonces la irrupción de Bryan Zaragoza. La verticalidad del malagueño enamoró al equipo germano, que se lanzó sin manguitos a por su fichaje. 13 'kilos' para que luego casi no tuviese oportunidades con Thomas Tuchel. Se fue cedido a Osasuna ante la falta de oportunidades y en este verano volverá a préstamo en LaLiga.
El último, y que parece que sí ha funcionado, ha sido Michael Olise. Procedente del Crystal Palace a cambio de 53 millones, el francés ha sido un fijo en su primer año con Kompany. Desde la derecha -a veces por dentro-, terminó su primer curso con 20 goles y 20 asistencias en 55 partidos. Con ese seguro por el costado diestro, el Bayern ficha a un jugador contrastado y de rendimiento inmediato como Luis Díaz buscando ser de nuevo temible por ambos sectores.