El famoso refrán que critica el aplazamiento por norma de ciertas tareas por desgana o flojera, el manido "No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy", se puede atribuir al Málaga-Oviedo, aunque con matices. El que no ordena el trastero hoy no suele ni intentarlo. Distinto es cuando tiene miedo a que le caigan todas las cajas o, simplemente, cuando no encuentra la llave para abrir la puerta.
El Málaga, después de la victoria de la Real Sociedad B en Fuenlabrada, necesitaba ganar para mantener el colchón de cuatro puntos con el descenso. El Oviedo, por su parte, quería mantener su ventaja en el 'play off' de cinco unidades con respecto a Las Palmas, que ganó su partido el viernes. Pero ninguno logró imponerse en La Rosaleda, donde se vivió un gran ambiente de fútbol.
Fueron los de Pablo Guede más ambiciosos, pero se evidenció, una vez más, su falta de mordiente. Sekou apenas recibía balones para rematar, su especialidad, mientras que la conexión Febas-Vadillo-Brandon no terminaba de hacer contacto. Los ovetenses, con un Borja Bastón que siempre impone respeto en el área, asustó en alguna contra y en una triple ocasión en la recta final, pero dejó mucho que desear para el objetivo que persigue.
Las ocasiones brillaron por su ausencia en todo el encuentro. Pisó más campo rival el equipo de casa, que estuvo más o menos cerca del gol en un disparo de falta de Lombán que se marchó alto. Pero mejor fue la de Vadillo, quien, en el 35', desaprovechó un mal despeje de la defensa con un tiro demasiado flojo.
Poco más que rascar en las áreas hubo antes del descanso. Tras el mismo, el Málaga pisó el acelerador, pero siempre recordando que de Ferraris y Mercedes, nada. De hecho, un mal pase de Dani Martín pudo costarle un disgusto a los andaluces, pero Bastón no pudo rematar en dirección a portería.
El Oviedo se limitó a esperar en su campo y salir con peligro en algún contragolpe, pero le dejó todo el protagonismo a su rival. Sin embargo, como aquel que no encontraba la llave del trastero, los de Guede intentaron ordenarlo, pero deberán esperar a que le lleven una copia en las tres jornadas que quedan.
En el 70', llegó la triple ocasión de los de Ziganda en el único arreón del segundo periodo. Lombán le quitó el balón a Bastón de la cabeza, Dani Martín repelió un disparo desde la derecha y el rechace le cayó a Luismi, quien, desde la frontal, disparó para mandar la bola muy cerca del palo. En un córner posterior, Sangalli, completamente solo, remató fuera en el área.
Metió Guede a Chavarría y Kevin y el argentino tuvo un remate fuera, algo forzado, casi nada más entrar. En el 82', un mal despeje de Dani Calvo hacia su propia portería contuvo la respiración, pero, finalmente, acabó en las manos de Femenías.
El miedo y el cansancio hicieron el resto para dejar un partido decisivo en un aplazamiento. El 0-0 obliga a ambos equipos a meter una marcha más para despistar a la Real B, en el caso local, y para espantar a Las Palmas, en cuanto a los asturianos.