Era un partido con morbo porque se enfrentaban Cristiano Ronaldo e Ibrahimovic, además de tener otros ingredientes como ganar otro 'Scudetto' o estar en Europa el próximo curso.
En los libros de historia ya aparecerá este Milan-Juventus en San Siro del 7 de julio de 2020 y se verá como el día en el que Ibrahimovic lideró la remontada ante la Juventus de Cristiano.
Por todo lo que pasó en la segunda mitad, la primera se reduce a cenizas, a un mero trámite porque la verdadera fiesta del fútbol fue en los segundos 45 minutos. Y qué minutos. Mamma mia.
Bonucci fue el que tuvo más opciones con cabezazo y un remate que se fue a las nubes, siendo lo más destacado junto a un gol anulado a Ibrahimovic por fuera de juego antes de enfocar el camino hacia los vestuarios. El sueco se fue con una sonrisa de pillo, como si fuera un presagio a lo que iba a suceder.
Y el 'rock and roll' no tardó en llegar. Prepárense porque vienen las curvas y el ritmo vertiginoso del partido más emocionante tras el regreso del fútbol en Europa. Rabiot le hizo un caño a Theo, se fue en velocidad y con un potente disparo la puso lejos de Donnarumma. La jugada ha sido lo mejor que ha hecho el ex del PSG hasta entonces con la Juventus.
Y, claro, Cristiano quería su sitio. Romagnoli y Kjaer no se hablaron, saltaron a la misma vez y fallaron en un despeje que acabó con el esférico en las botas del depredador portugués. Ahí no falla.
Con el 0-2 en el marcador se relajó la Juventus o salió el Milan con el que muchos sueñan, ese equipo arrollador. Ni los mejores videntes son capaces de ver una remontada así y con un Ibrahimovic con 38 años y después de regresar de la MLS.
Marcó de penalti después de que el VAR viera una mano de Bonucci y le puso el segundo, el del empate, a un Kessié que regateó y definió como mandan los cánones. Ahí el miedo atrapó al líder de la Serie A y llegaron los errores, como el de Alex Sandro para el cuarto.
Rafael Leao aprovechó un robo mágico y con un disparo al palo corto fulminó a Szczesny, que no supo por dónde le venían todos los golpes. Seis minutos tardó el Milan en remontar.
Alex Sandro no olvidará jamás esta noche. En el minuto 80 se le ocurrió dar un pase aéreo desde la banda hacia la media luna y Bonaventura rescató el regalo para que lo abriera Rebic. Del 0-2 al 4-2 en menos de media hora. Qué locura y hay Serie A.