El Getafe buscaba su gol con ahínco tras la reanudación. Tras un disparo de falta de Antunes que se estrelló en el palo y otro de Jorge Molina que fue al travesaño, el conjunto azulón disfrutó de una doble ocasión.
Jorge Molina remató con todo y Cuéllar paró, pero en ese asedio del Getafe Mantovani se llevó la peor parte. Y no sólo por la amarilla, sino porque en un choque sangró y los médicos del equipo tuvieron que ponerle grapas en la cabeza.
El central aguantó con entereza las grapas y siguió en el terreno de juego.