La victoria fue liberadora. El Alavés espantó de un plumazo todos los fantasmas que reaparecieron en el equipo tras el tropiezo ante un Eibar que parecía descendido y que renación en Mendizorroza. Manu García se congratuló por la victoria, pero pidió tener presente que aún no se ha sellado la permanencia.
Así lo explicó, tras el triunfo contra el Elche. "Fue un partido de mucha tensión, ante un rival directo y a final de temporada, pero que lo supimos jugar con mucha calma", empezó diciendo el capitán alavesista.
"Después del día de Eibar, donde fallamos, respondimos bien a la presión. Los partidos ante rivales directos van a marcar el desenlace y gracias a Dios pudimos conseguir una victoria fundamental. Pienso que hicimos un partido muy inteligente", continuó.
Recordó que aún hay trabajo por hacer. "Hay que hacer dos partidos más como el de Elche. Tuvimos una gran primera parte, sufrimos en los primeros de la segunda y luego hicimos el segundo gol, que nos dio tranquilidad", advirtió.
"Estuvimos serios en un choque muy largo, con una presión enorme pero supimos jugarlo y nos fuimos muy contentos. El equipo ha aprendido de errores cometidos en las últimas semanas. Igualamos, además, el golaveraje y pienso que todos esos detalles son importantes", añadió al respecto.