Pocos jugadores son capaces de ser tan decisivos a la hora de amarrar un partido. El Chesterfield, en un choque de la Conference National, perdía por 0-3 cuando quedaba menos de media hora para el final.
El conjunto local, luchando por salir de los puestos de descenso, no se rindió y anotó el primer gol en el minuto 64 obra de Denton. A siete del final, Fortuné marcó el 2-3, dando esperanzas al conjunto anfitrión.
Pocos soñaban lo que iba a pasar a posteriori. Evans, en el minuto 95, anotó el gol del empate. Un resultado que parecía definitivo. Sin embargo, todo estaba a punto de cambiar dos minutos más tarde.
El Chesterfield cometió un penalti por medio de Burton, el portero. El arquero del conjunto local fue expulsado, obligando a un jugador a ponerse bajo el arco. Fue, quien sino, Evans, el que adivinó las intenciones de Cheek, que ya había firmado un doblete, para convertirse en el héroe del partido.
5 de enero de 2019